El talento de un futbolista es esencial para que éste logre posicionarse como uno de los mejores del mundo; sin embargo, y tristemente, muchos ven otras aptitudes en los jugadores y cómo pueden desenvolverse en el medio deportivo.
Por eso no es de extrañarse que la carrera de jóvenes talento no progrese, pues no están empapados sobre cómo negociar con clubes o sobre cómo crear relaciones mediáticas que haga que los reflectores los conozcan.
No obstante, las asesorías y consultorías deportivas pueden salvarte de sufrir las penas de lo económico en el futbol. Sólo basta voltear a ver al Cono sur para ver cómo jugadores de primera división y llenos de habilidades deportivas perciben apenas un sueldo de no más de 17,000 pesos, cuando coetáneos suyos ganan cientos de miles en clubes europeos.
La razón es que muchas veces los futbolistas quieren recorrer esta odisea futbolística solos, sin darse cuenta de la importancia de tener alguien al lado que los asesore y los guíe. Así, mientras los jugadores se esfuerzan en ser cada día futbolistas más preparados, un representante deportivo se encargará de las tareas más engorrosas, pero indispensables para que el futbolista compita con los mejores en la cancha, pero también afuera con negociaciones que le aseguren estabilidad económica.
Pero, ojo, no cualquier agente deportivo logrará que el jugador alcance su punto más alto como profesionista del futbol, muchos sólo se dedican a negociar con clubes sin realmente conocer las necesidades del futbolista. Para que exista una buena representación es imperativo que la relación sea integral y no exclusivamente de negocios. Un excelente representante es aquel que no ve un jugoso contrato en cada jugador, sino un potencial talento que necesita desarrollarse al máximo.
Para ser exitoso, se necesita recorrer este camino en conjunto.